¿Para Qué? versus ¿Por Qué?


Siguiendo con el tema del autodescubrimiento, el crecimiento personal y la mejora de nuestro ser, sugiero sustituyamos el tradicional "¿POR Qué?" por una nueva y constructiva pregunta "¿PARA Qué?"

Generalmente, cuando nos hallamos en plena introspección, solemos identificar nuestros puntos fuertes y débiles, fijamos nuestras metas y pensamos en nuestros sueños en función de nuestro pasado, haciéndonos preguntas como: "¿POR qué me ocurrió tal o cual cosa?","¿POR qué siempre actúo así?", "¿POR qué no me llevo bien con tal persona?".

Os propongo sustituir ese heredado "¿POR qué?" por un proactivo "¿PARA qué?". Partiendo de la premisa que el pasado, pasado está y no existe y cuando existió, fue fruto exclusivo de nuestras elecciones en cada momento, al valorar sobre la vida que elegimos llevar de ahora en adelante deberíamos pensar en responder a las siguientes cuestiones: "¿PARA qué elegimos esto o aquello?" "¿PARA qué decimos A y no B?", "¿PARA qué seleccionamos a las personas que deseamos que sigan a nuestro lado?

¡Qué más da el "¿POR qué?" del pasado! (incluso el del presente...). Lo importante es pensar en los múltiples "¿PARA qué?" que determinarán nuestra vida a partir del segundo siguiente. Precisamente clarificando dichos "PARA", nuestras decisiones serán mucho más fáciles porque inevitablemente incorporaremos en nuestro proceso de valoración la opinión de nuestra "esencia personal" (valores, principios y sueños), con el fin de que lo decidido sea coherente con la misma.

Un ejemplo práctico: Si estamos inmersos en una discusión con un hermano o amigo íntimo y estamos a punto de "atacarle" con palabras que le pueden hacer daño, la pregunta más habitual que nos haríamos sería "¿POR qué?" Y la respuesta que seguiría a la misma sería algo así como "Se lo merece", "Él me ha atacado antes", "No soporto que me traten así"...

Mi propuesta es ir más allá, ya que lo que hagamos ahora puede determinar y limitar nuestro futuro para siempre. Si pensamos en términos de finalidad y coherencia con nuestro sistema de valores y objetivos, deberíamos preguntarnos "¿PARA qué?" vamos a hacerle daño y ver si la finalidad es esa o bien estamos disfrazando de agresividad una respuesta que podría ser mucho más constructiva (usando nuestras habilidades relacionadas con la asertividad). Por ejemplo: "Creo que deberíamos dejar de discutir. Probablemente ambos tengamos parte de razón y podamos resolverlo en otro momento, cuando nos calmemos un poco, lo veremos diferente".

Con esta última respuesta, estamos transmitiendo realmente lo que queremos hacer. No queríamos hacerle daño sino "pararle los pies" y lo hacemos de forma no hiriente. La discusión podrá continuar en otro momento, ambas partes tendremos la posibilidad de argumentar lo que creamos oportuno con mayor calma y respeto y la relación no se verá innecesariamente dañada.

El buscar el sentido a nuestras acciones es un buen camino para la mejora de nuestra relación con los demás pero también con nosotros mismos. Si cuando decidimos lo hacemos en términos de finalidad, nos sentiremos más seguros e íntegros y, muy probablemente, no nos equivocaremos tanto como si sólo observamos las causas (esos dichosos "¿Por qué?") que nos han atormentando siempre.

Que seas muy feliz.
Y como no, algunas citas:
"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y de pronto, toda nuestra vida se concentra en un solo instante" (Oscar Wilde)
"Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia delante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único" (Agatha Christie)
Y la mejor:
" ¿Me preguntas POR QUÉ compro arroz y flores? Compro arroz PARA vivir y flores PARA tener algo POR lo que vivir". (Confucio)

1 comentario:

  1. Muy interesante tu escrito. Me parece muy útil, tomo debida nota. Beso

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